" ¿Quién es Él, sino Dios? - CAMINO A LA GRACIA DE DIOS

jueves, 10 de abril de 2014

¿Quién es Él, sino Dios?

Heavenletter # 4879 Publicada el: 04 de abril 2014


Amados, cambien el ángulo de sus pensamientos.  “¡Ámenme!”

Dios dijo:



No es que me debas lealtad a Mí y, por lo tanto, te veas obligado a dármela.

No hay nada de eso, en absoluto.

Las preguntas son:


¿Quién más hay aparte de Mí?


¿Quién más necesita de tu lealtad?




Unidad con Todo



Tú has dado y das lealtad a individuos, causas, grupos, a esto y aquello.

A menudo, con demasiada frecuencia, te has decepcionado.

Entiendo que a veces puedas verme como una decepción.

Tú desengaño con la familia, amigos y Conmigo, a menudo, proviene de tomarte demasiadas personalmente a las cosas.

Como si te hubiera rechazado, tomado con poca seriedad o no te tuviera en cuenta.

Recuerda a la Unidad y que Mi amor es para todos y se los doy a todos.



El entendimiento de Dios



Queridos, con frecuencia les gustaría ser los únicos.

Yo entiendo esto, Yo Soy el Único y tú eres Uno Conmigo.

Yo entiendo que la vida, tal y como aparece, no siempre aparece con la luz que te gustaría.

Yo entiendo que posiblemente, te resulte más fácil poder tomarte la vida tal como se te presenta.

Yo entiendo que posiblemente, prefieras una canción diferente cada vez que juegas en la vida.

Yo entiendo que es posible que prefieras una comida distinta a la que te sirvan.

Yo entiendo que es posible que prefieras muchas otras cosas.

¿No es así?


¿Y no es un hecho que la vida, en todo mundo relativo, te parece que no se desenvuelve a tu conveniencia?




Mente realista



Tu desencanto puede provenir de la premisa que la vida debe seguir la dirección que elegiste.

También piensas que tienes derecho a vivir como te gustaría hacerlo y, sin embargo, la vida es como viene.

Tal vez el autobús que tomas no te lleva a la estación que deseas o puede ser que debas dejarlo para otro día y, a veces, sólo debes encogerte de hombros.

Te hablas a ti mismo, en los términos del mundo, con una mente realista, pero con frecuencia no es así.

Un espíritu realista en el mundo, discierne que no puede oponerse a lo que viene sin su invitación.

Un espíritu realista no pierde su tiempo en las objeciones y protesta.

Un espíritu realista en el mundo, no llega a desilusionarse cuando no puede mantener la ilusión que todo debe ser de la forma que desea que sea.



Días soleados y lluviosos



No todos los días son soleados, algunos son lluviosos, por más que se desee que el sol brille.

Sin embargo, mayormente, no hacen de esto una cuestión personal.

Tus sueños pueden merecer un día soleado, sin embargo, debes comprender que la lluvia también le sirve al Universo.

Tanto la lluvia y como el sol tienen sus días, no dejes que tu día se arruine a causa de algo que no está bajo tu control directo.

Por supuesto, además te das cuenta que el suelo necesita de la lluvia y un agricultor pudo estar orando por ella.

Esto es lo que quiero decir cuando digo que no todo en la vida gira alrededor tuyo.



Ampliar el panorama



Cuando un día no vaya en tu misma dirección, permítete darte cuenta que eres parte integrante de un panorama más amplio.

La vida no te está agrediendo.

La vida no está tratando de hacerte daño.

Pero la vida no siempre va a ser a tu manera y, a veces, lo que te ocurra va dolerte profundamente en el corazón, cómo por ejemplo, la pérdida de un ser querido en la Tierra.

Un espíritu realista de la Tierra, sabe que los cuerpos se van y que no debe sentirse traicionado.



Mírate en Mí



Bien, ahora te digo una vez más:

“Mírate en Mí”.


¿Acaso no Soy Yo, Dios, el que también hace que la luz del sol brille, para que los días de lluvia no arruinen tu recorrido?


Como siempre, debes dar gracias por todo lo bueno que viene a ti y no quejarte de lo que no se te ha dado o lo que te parece se te ha quitado.


Amado, eres dueño de nada.


Como un espíritu realista en la Tierra, ya sabes que todo está en calidad de préstamo.


Amados, cambien el ángulo de sus pensamientos.


“¡Ámenme!”



1 comentario:

  1. Tu desencanto puede provenir de la premisa que la vida debe seguir la dirección que elegiste.

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